En este artículo no voy a desgranar la definición de BIM ya que, a mi juicio, existen numerosos artículos y blogs donde es extensamente explicado. En este post me voy a centrar en cómo ha cambiado mi opinión acerca de la aplicación de BIM en Proyectos de Construcción, basándome en un caso que me sucedió hace años y en el que su aplicación nos hubiese librado de numerosos quebraderos de cabeza.
El primer contacto que tuve con esta metodología de trabajo colaborativo, que es la esencia de BIM, la tuve en Reino Unido, participando en la oferta para la HS2 (High Speed 2) o Línea Ferroviaria de Alta Velocidad, que pretende unir Londres y Birmingham en su fase I. Esto fue hace 3 años, y en aquel país ya era una metodología bastante integrada en el sector. Contaba con el respaldo del gobierno como medio más eficiente para desarrollar proyectos durante todas las fases de su ciclo de vida. De hecho, era requisito indispensable dentro del Pliego de la Oferta el uso de esta metodología.
Como comentaba al principio, mi primera impresión cuando vi todo aquello fue la cantidad de dinero y esfuerzo invertidos en aplicar BIM en los proyectos que, a mi juicio, estaban siendo despilfarrados, porque en aquel momento no le veía sentido y como buen Ingeniero español, nosotros no necesitábamos ni modelos, ni colaboración, para hacer un buen diseño o una buena oferta… ¡Qué equivocado estaba! Os lo demostraré.
Por aquel entonces decidí reciclarme y formarme todo lo que pudiese con la vista puesta en el negocio que, hoy por hoy, está comenzando su andadura. Cuando regresé a España me pregunté a mi mismo: “¿Qué debo aprender para estar al día en nuestro sector con un horizonte de varios años?” En aquel momento ya se empezaba a oír hablar en nuestro país de la metodología BIM y desde ese instante, varios han sido los cursos en los que he me formado, como son el Especialista en Infraestructuras BIM con Autodesk: Infraworks y AutoCAD Civil 3D del Instituto DIDACTIA y el Colegio de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla o el Curso Planificación 4D: Synchro Scheduler & Synchro Pro impartido por EADIC. Estos cursos, entre otros, unido a la experiencia adquirida en Reino Unido en la utilización, por ejemplo, de software como Navisworks, hizo poco a poco que mi opinión acerca del BIM cambiase radicalmente: Ahora era capaz de apreciar el potencial de esta metodología aplicada a nuestro sector.
Actualmente en España, la mayor aplicación de BIM se realiza en la Edificación, pero creo que es igualmente útil en la obra civil, y como ejemplo el siguiente caso:
Os pongo en situación: Hace ya casi siete años estuve trabajando en Polonia en el Diseño y Construcción de un tranvía. Durante la fase de diseño, uno de los requisitos para que el Proyecto Constructivo pudiese ser aprobado era disponer del visto bueno previo del ZUDP (Zespół Uzgadniania Dokumentacji Projektowej) Básicamente era una reunión semanal organizada por el Ayuntamiento de la ciudad en la que representantes de todos los servicios municipales (Agua potable, Red de Saneamiento, Red de Pluviales, Gas, Calefacción, Parques y Jardines, Electricidad, Telecomunicaciones) estudiaban los proyectos de reposición de servicios y servicios futuros que iban a llevarse a cabo en el municipio. Para realizar ese estudio, recibían unos planos en planta como este,
Y debían decidir si la reposición del servicio correspondiente era correcta, conforme a los criterios establecidos por cada uno de ellos y además debían comprobar que las separaciones horizontales y verticales entre los distintos servicios, fueran las que marcaba la normativa. Como se puede observar en la imagen, supone todo un reto poder distinguir algo, incluso para alguien acostumbrado a este tipo de planos.
El resultado era prácticamente el mismo cada semana: Siempre había algún tipo de conflicto que, bien se les había pasado a nuestros diseñadores o bien se le olvidó al gestor correspondiente comentarlo en la última reunión, con lo que periódicamente recibíamos la negativa del ZUDP, y el diseño se retrasaba semana tras semana.
Para intentar minimizar los errores por nuestra parte, se hacían reuniones maratonianas (de incluso varios días) en las que los diseñadores de cada una de las disciplinas, venían con sus diseños y los exponían a sus compañeros, poniendo en práctica ese dicho de que “Cuatro ojos ven más que dos”. Aun así, llegábamos al siguiente ZUDP con nuestro diseño comprobado por más de veinte pares de ojos y, ya fuese porque los ojos del Gestor ya sabían dónde mirar o estuviesen más entrenados, volvíamos a casa con nuestro plano y un círculo hecho a lápiz en un conflicto que se nos había pasado por alto, y que parecía más bien un cero en el examen.
Es por ello, que pasados todos estos años y sabiendo lo que sé ahora mismo, no concibo el realizar ese trabajo, sin un modelo 3D donde se pueda navegar entre la maraña de servicios, medir en cada punto conflictivo las distancias laterales o verticales a otros servicios, actualizar en la nube el trabajo de cada diseñador, de manera que el resto sepa en tiempo real la solución que cada uno esté adoptando, teniéndola en cuenta en los diseños propios, y así no tener que perder dos días en reuniones totalmente infructuosas, que tanto tiempo y dinero tiraron a la basura.
Si ahora me preguntasen por mi opinión acerca del BIM diría que, ya es hora de que el Sector de la Construcción avance hacia una productividad y eficacia similares a otros como el Industrial. Seguro que dentro de unos años la utilización de esta metodología y las herramientas usadas en dicho entorno colaborativo serán tan normales en nuestro día a día como ahora lo son el correo electrónico, el ordenador o el móvil ¿Cómo se trabajaba antes de que estos apareciesen?
